La palabra boudoir procede del francés y se le llamaba así a la habitación donde las damas de por entonces se arreglaban. Allí se llevaban a cabo las conversaciones íntimas de las mujeres.
Hoy en día la fotografía Boudoir sugiere imágenes sensuales retratando la esencia y la belleza de la mujer. Ante todo cabe destacar la elegancia tanto en la lencería utilizada como en los sutiles posados. Una fotografía natural donde lo más importante es darle el valor a la mujer situándola en el contexto de lo maravillosa que es independientemente de su físico.
La psicología es primordial para lograr la sesión fotográfica deseada. Toda mujer es bella y tenemos que ser capaces de captar esa virtud que va mucho más allá de lo físico. Hay que asesorar a cada mujer y analizar su potencial para destacarlo mediante la técnica que cococemos. La iluminación natural en la mayoría de los casos, un ambiente relajado que transmita confianza y unas risas serán la combinación perfecta para conseguir fotografías con alma.
Sin duda la fotografía Boudoir es la mejor opción para encontrarte a tí misma y valorarte tanto como te mereces.
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